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martes, 4 de junio de 2013

SUPERVIVIENTE (Agente Del Caos) Cap. VI Parte 2



Había un viejo almacén de alimentación que había sido saqueado probablemente hacía doscientos años o más; solo recuerdo que, cuando yo era chico, aquello ya se estaba cayendo a pedazos. Pasé con ella de nuevo en brazos, pues no quería que pisara Dios sabe qué y me dirigí hacia la pared que tenía enfrente. En ella ascendía una escalera que daba a un pequeño habitáculo donde estaríamos a salvo.

Abrí la puerta de una patada y la única persona que allí se encontraba se sobresaltó y giró sobre sus pies a tal velocidad que Mercurio habría sentido envidia. Al ver que era yo relajó su mano, que ya buscaba un arma y asintió con vehemencia.

- Lo sabía, chico. No sé por qué, pero sabía que al final acabarías con el agua al cuello… qué coño al cuello: el agua te llega a la frente, joder…- dijo el con la voz pastosa de siempre. YA daba igual que estuviera sobrio o borracho. Aquel timbre desagradable hacía que me imaginara a una persona haciendo gárgaras con sebo de cerdo caliente. Sin embargo, Ojos de la ciudad me permitió quedarme.

SUPERVIVIENTE (Agente Del Caos) Cap. VI Parte 1



A veces hay momentos en la vida que invitan a la reflexión. Pues bien: este era uno de esos momentos. No me voy a extender con anécdotas de hechos pasados acerca de mi vida para decir lo mucho que pienso las cosas que verdaderamente importan; siempre hay un momento para planificar tu siguiente movimiento y siempre hay lugar para la improvisación, por muy bien que tengas marcadas las pautas.

Llegué a casa andando, dándome muy poco margen de comodidad, pues la noche prometía ser muy movida. No sabía hasta qué punto Jia Li sabría en aquellos momentos de lo que nos había pasado, e incluso si mi compañera habría llevado a cabo su plan para acabar conmigo. Ahora ambos sabíamos qué cartas tenía el otro; Jia Li, la que otrora era casi como una maestra para mi, había mancillado el equilibrio matando a alguien que tenía que vivir. Y, tratando de enmendar su error, había dispuesto todo en mi contra para eliminarme de la ecuación; así de simple, así de sencillo. Ignoro, por otra parte, qué motivos habrán movido a la chica retro a hacer lo que hizo, a ponerme al corriente de aquello. Tal vez haya sido un pálpito, tal vez una nueva traición, tal vez sea que realmente servimos al equilibrio. Sea como fuere, aunque lamenté pensarlo, Jia Li no quedará impune… aunque yo caiga en el intento.